domingo, febrero 04, 2007

Obras, lentitud y caos

Yo apoyo plenamente la ejecución del proyecto Metroplús pero tengo que reconocer que ha estado acompañado de una gran falencia: la lentitud. Se supone que el tramo piloto, que va por la calle 30 entre carreras 53 y 70, debió haberse terminado en octubre del año pasado. Sin embargo, casi 4 meses después no se vislumbra una conclusión cercana de la obra -en este tramo, apenas se está pavimentano el corredor mixto-. No debieron haberse precipitado a concertar una fecha que aún cuando fue pactada se veía demasiado cercana como para tener listas las obras, más que todo teniendo en cuenta que tenían que trabajar con la canalización de una quebrada más bien conocida por su facilidad para desbordarse.

Por otra parte, en el tramo que va desde la carrera 70 hasta la avenida 80, las quejas por parte de los comerciantes no se han hecho esperar. Los carros no pueden circular sino en dos de los 4 carriles de la calle 30 y los negocios del lado cerrado se están viendo perjudicados no sólo por eso sino porque hasta caminar por el paso peatonal resulta incómodo. Y de la 80 hasta la Universidad de Medellín (dícese carrera 87) lo imperante es el tierrero, los materiales de construcción y hasta nuevos tramos de tubería regados a lo largo y ancho de la calle que ya en este tramo empieza a estrecharse hasta acabar sólo con dos carriles -no sé cómo van a hacer para meterle los dos carriles del Metroplús-.

Y por supuesto, cuando hay obras de infraestructura vial el tráfico se vuelve un caos. Yo todos los días abordo un bus para llegar al cruce de la carrera 65 con la calle 30a -vía alterna provisional, que antiguamente era bidireccional y ahora es unidireccional hacia el Occidente- para abordar otro bus que me lleva hasta la Universidad de Medellín. El tráfico que normalmente albergaba esta vía, junto con el tráfico que originalmente transitaba por la calle 30, convierten ocasionalmente esta vía en un verdadero infierno vehicular. Un tramo que normalmente toma, como máximo, 10 minutos se dilata hasta llegar a unos 35 minutos, aproximadamente. Y pues maluco, porque a mí me anotan las llegadas tarde como una falta. Afortunadamente estudio por la mañana, porque el calor que por estos días está haciendo por la tarde es insufrible, sobretodo en una de esas destartaladas buseticas de la ruta 173 (Belén Terminal)

Como ya lo dije, yo apoyo la ejecución del proyecto Metroplús; pero mientras más rápido, mejor ¿no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmm esas obras de transporte masivo se demoran resto, los comerciantes de aca de Pereira demandaron y al parecer ganaron por los mas de tres meses de retraso, aparte de todo aca no hay puentes y ya se ha muerto resto e gente por esos busesotes, eso de las demoras es normal, terminan todo y luego rompen calles otra vez porque les quedaron estrechas, bah circulo vicioso.

Schemast dijo...

El campeón de los sobrecostos -y sin necesidad de "volver a romper calles", jeje- y la inviabilidad sigue siendo el Metro, pero bueno, no hay que llorar sobre la leche derramada...

Ah, y le pregunto... Aparte de no haber puentes ¿es que tampoco hay semáforos o por lo menos resaltos (policías acostados)? Si ese es el caso, veo bastante regular al ente que se encarga del tránsito y el transporte pereiranos...